Tras estos meses de investigación sobre nuestro objeto de estudio son muchas las ideas y conclusiones que nos han aportado las horas frente al ordenador tratando de buscar respuestas a nuestras preguntas.
En esta última entrada, en primera instancia, intentaremos responder a los objetivos que establecimos al principio de la investigación, que a priori parecían concisos y de clara respuesta pero que a posteriori no eran tan simples como pretendíamos, debido a la complejidad de nuestro objeto de estudio, de carácter cambiante y difuso.
El primer objetivo que nos marcamos fue determinar una definición que nos ayudase a explicar de qué hablamos cuando nos referimos a un movimiento social. En la entrada “conceptualización” de nuestro blog resumimos las que nos parecían más adecuadas, de las cuales hemos decido que la que más se ajusta a nuestra idea es la de Manuel Castells, quizás por ser un autor contemporáneo y reflejar de un modo más claro y actual lo que son los movimientos sociales.
Los define de la siguiente manera: “Los movimientos sociales son acciones colectivas conscientemente determinadas a transformar los intereses y valores sociales de una ciudad históricamente determinada” (Castells, 1986:20-21). También hace referencia a “movimientos sociales urbanos” (MSU), una idea más concreta y específica que se ajusta aún más a nuestro objeto de estudio.
De esta definición podríamos cambiar “una ciudad” por “varias ciudades interconectadas” (a través de internet) y resumiría perfectamente el movimiento antisistema. Aunque como hemos visto a lo largo de la investigación sólo son grupos de individuos de ciudades occidentales concretas que se reúnen días concretos, coincidiendo con reuniones de las élites políticas y económicas, para, como dice Castells, “transformar los intereses y valores sociales”, o al menos intentarlo.
Tras la definición general establecimos el segundo objetivo, quizás el más complejo de todos, que resumimos así:
-Analizar sus objetivos, características, modo de actuación, ideología, forma de difusión y su impacto social.
A modo reflexión y apoyándonos en la memoria de lo que hemos aprendido, es difícil definir sus objetivos, características, ideologías, etc. Sobre todo por tratarse de grupos de individuos, prácticamente, indefinidos en conjunto. Existen infinidad de personas (y cada vez más) que se muestran en contra del modo de vida imperante, de la economía mundial y de las desigualdades crecientes de nuestra sociedad global.
Probablemente muchas de estas personas hayan participado en protestas y manifestaciones, no sólo en las Cumbres, a modo de queja de las consecuencias negativas de la globalización. Sin embargo, no podemos decir de manera exacta cuales son los objetivos y pretensiones de cada una de estas personas, quienes al no estar organizados institucionalmente, sus ideas derivaran en función de sus pretensiones, experiencias de vida, etc.
Aún con el problema que se nos plantea, trataremos de sintetizar esas características, objetivos, modo de actuación, etc, para elaborar un perfil general del antisistema, pero siempre teniendo en cuenta que no es más que un estereotipo difuso y ambiguo que “sólo existe” en nuestra teoría.
En cuanto a los objetivos diremos que buscan lo mencionado anteriormente: la consecución de un mundo mucho más igualitario en el ámbito del bienestar social a través de nuevos modelos de gestión económica, más conciencia colectiva, un desarrollo económico y ecológico sostenible, romper con la ideología dominante, acabar con los grupos minoritarios de poder, así como con la pobreza de la mayor parte de la población mundial, y todo lo relacionado con ir en contra de las consecuencias perversas del capitalismo.
La característica principal de estos grupos, como apuntamos en la entrada “sobre los movimientos sociales…”, la resume a la perfección Pedro Ibarra de la siguiente manera:
Los nuevos movimientos sociales se presentan como autónomos respecto a su relación con la política. No se politizan, ni siguen a ningún partido concreto. En lugar de desafiar o apropiarse del Estado, prefieren construir espacios de autonomía contra él.
A diferencia del viejo movimiento obrero, con una estructura más o menos jerárquica, los nuevos movimientos sociales se organizan de forma asamblearia, controlando así a sus dirigentes. Tienen, pues, una estructura descentralizada que permite mucha autonomía en las bases del movimiento.
A diferencia del viejo movimiento obrero, con una estructura más o menos jerárquica, los nuevos movimientos sociales se organizan de forma asamblearia, controlando así a sus dirigentes. Tienen, pues, una estructura descentralizada que permite mucha autonomía en las bases del movimiento.
De esta manera se sintetiza la complejidad de estos movimientos que dan mucha autonomía a todos sus miembros y esto deriva en acciones de diversa índole como modo de actuación: desde mítines de concienciación social hasta revueltas caóticas de extrema violencia.
Si tuviéramos que enmarcar a estos movimientos en algunos de los paradigmas ideológicos de los siglos XIX y XX, la respuesta sería obvia. Están estrechamente relacionados con la ideología marxista, anarquista y socialista de la época y distantes de las dictaduras y el liberalismo que fue el que a la larga se impuso sobre los demás. Eso sí, hablar de tales ideologías en la actualidad nos resulta algo desfasado, por tanto, utilizaremos el término que da nombre a nuestro blog: Antisistema. Entendiendo por sistema el neoliberalismo imperante, y por anti, obviamente, “contrario”. Todos los modos que existan de ir en contra de ello, se sitúan dentro de su ideología, excepto los regímenes totalitarios.
En cuanto a su forma de difusión diremos que se apoyan en las nuevas tecnologías como motor impulsor. Es principalmente internet su red de comunicación. Existen numerosas páginas con información al respecto, próximas acciones, recomendaciones, etc. Aunque también se reúnen en persona, especialmente como ya hemos dicho, para la concienciación social así como la organización de conciertos y actos para la recaudación de dinero para las sanciones de los manifestantes.
El impacto que causan o han causado es difícil de medir. Nos aventuramos a decir que existe cierto apoyo de los medios de comunicación para que estos movimientos no se difundan más de lo que “debieran”.
En parte, es lógico. O más que lógico, habitual. Teniendo en cuenta que los medios de masas no son más que una rama de las empresas multinacionales y grupos elitistas se puede intuir el silenciamiento por parte de éstos, aunque por otro lado, los periodistas son personas de carne y hueso y quizás alguna se podría unir a la rebelión. Pero parece que no. Y si deciden hacerlo no tienen medios tan ponentes como los medios silenciadores de los otros.
En definitiva, concluimos que su repercusión es ínfima en proporción con sus actuaciones y que los nuevos seguidores de estos movimientos lo son por buscar información personalmente o por el “boca a boca” más que por la imagen (siempre negativa) que dan los periodistas de éstos.
Otro objetivo consistía en hacer un seguimiento de la evolución del movimiento desde su surgimiento hasta la fecha. Esto lo resumimos en la entrada “la violencia dentro de la globalización” destacando el carácter violento de las manifestaciones promovido, en parte, por la respuesta policial a dichas revueltas. A continuación dejamos el fragmento más relevante de la entrada:
Segun El País " Muchas de las manifestaciones de los grupos antiglobalización que se producen de manera paralela a las reuniones de los países más ricos, acaban en altercados violentos y brutales enfrentamientos con la policía”.
La clase oprimida tiende a utilizar medios para frenar las cumbres, que van desde los pacifistas del "Tutte Bianche" hasta el grupo de acción directa "Black Block". El mecanismo de los gobiernos para garantizar las conferencias y frenar la voz del pueblo son los grupos antidisturbios, un grupo a tener en cuenta en el aspecto de la globalización.
La clase oprimida tiende a utilizar medios para frenar las cumbres, que van desde los pacifistas del "Tutte Bianche" hasta el grupo de acción directa "Black Block". El mecanismo de los gobiernos para garantizar las conferencias y frenar la voz del pueblo son los grupos antidisturbios, un grupo a tener en cuenta en el aspecto de la globalización.
Veamos ahora como ha ido desarrollándose las distintas cumbres, según las fuentes de El País.
- Seattle (1999): Considerado el nacimiento del movimiento antiglobalización. Se reunieron 50.000 manifestantes que consiguieron detener el encuentro de la OMC. La situación se resolvió con 500 detenidos y 2 millones de dólares en daños materiales.
-Washington (1999): 30.000 manifestantes intentaron abortar la cumbre del BM y FMI, sin éxito alguno. Unos 10.000 policías se encargaron de ello.
-Praga (2000): Se llegó a cancelar la doble cumbre del FMI y BM, debido a la actuación de 10.000 manifestantes. La jornada se resolvió con unos 900 detenidos y 150 heridos, por parte de unos 13.000 agentes de seguridad.
- Génova (2001): Unos 150.000 manifestantes se concentraron en la ciudad italiana, dando como resultado uno de los episodios negros de los movimientos antiglobalización debido a los 200 heridos, entre ellos varios periodistas, más de 50 detenidos y la muerte del activista italiano Carlo Giuliani. El policía causante de la muerte fue absuelto de cargos al declarar sus actos en defensa propia. Aquí un enlace de la tragedia.
- Gotemburgo (2001): Uno de los encuentros más violentos. Unos 20.000 manifestantes se reunieron para frenar la cumbre de los 15 jefes de Estado. La actuación de una policía sueca, poco especializada, que no dudó abrió fuego real, acabó con varios manifestantes gravemente heridos, 12 policías heridos, ninguno de gravedad y cerca de 400 detenidos.
El ministro de Justicia sueco, Thomas Bodström, reconoció que algunos policías tuvieron "gestos de desesperación" y que pudieron "perder el control".
El primer ministro sueco, Göran Persson, calificó los hechos de "una tragedia que, por desgracia, volverá a repetirse en el futuro".
- Barcelona (2001): La cumbre se frenó gracias a la presencia de los manifestantes y tuvo que ser cancelada y sustituida por una videoconferencia. A pesar de ello, se produjeron movilizaciones que reunió a miles de personas que acabaron con incidentes y acusaciones por parte de los agentes de la policía. Debido al exceso de violencia ofrecido, la siguiente semana se desarrollo una manifestación pacífica en contra de la violencia policial.
- Salzburgo (2001): Un millar de personas se reunió contra el FMI. El encuentro acabó con brutales enfrentamientos con la policía.
- Rostock (2007): Contracumbre promovida por el grupo antiglobalización. El entorno estaba altamente protegido por medidas de seguridad (vallas kilométricas, cámaras de vigilancia, además de un inmenso despliegue policial con los más modernos métodos antidisturbios. El encuentro se convirtió en una batalla campal entre manifestantes y agentes del orden. La policía llegó a cargar contra un concierto solidario saldándose con un gran número de heridos y detenidos. Los días siguientes se organizaron actividades relacionadas con la inmigración, el antimilitarismo y la agricultura.
-Washington (1999): 30.000 manifestantes intentaron abortar la cumbre del BM y FMI, sin éxito alguno. Unos 10.000 policías se encargaron de ello.
-Praga (2000): Se llegó a cancelar la doble cumbre del FMI y BM, debido a la actuación de 10.000 manifestantes. La jornada se resolvió con unos 900 detenidos y 150 heridos, por parte de unos 13.000 agentes de seguridad.
- Génova (2001): Unos 150.000 manifestantes se concentraron en la ciudad italiana, dando como resultado uno de los episodios negros de los movimientos antiglobalización debido a los 200 heridos, entre ellos varios periodistas, más de 50 detenidos y la muerte del activista italiano Carlo Giuliani. El policía causante de la muerte fue absuelto de cargos al declarar sus actos en defensa propia. Aquí un enlace de la tragedia.
- Gotemburgo (2001): Uno de los encuentros más violentos. Unos 20.000 manifestantes se reunieron para frenar la cumbre de los 15 jefes de Estado. La actuación de una policía sueca, poco especializada, que no dudó abrió fuego real, acabó con varios manifestantes gravemente heridos, 12 policías heridos, ninguno de gravedad y cerca de 400 detenidos.
El ministro de Justicia sueco, Thomas Bodström, reconoció que algunos policías tuvieron "gestos de desesperación" y que pudieron "perder el control".
El primer ministro sueco, Göran Persson, calificó los hechos de "una tragedia que, por desgracia, volverá a repetirse en el futuro".
- Barcelona (2001): La cumbre se frenó gracias a la presencia de los manifestantes y tuvo que ser cancelada y sustituida por una videoconferencia. A pesar de ello, se produjeron movilizaciones que reunió a miles de personas que acabaron con incidentes y acusaciones por parte de los agentes de la policía. Debido al exceso de violencia ofrecido, la siguiente semana se desarrollo una manifestación pacífica en contra de la violencia policial.
- Salzburgo (2001): Un millar de personas se reunió contra el FMI. El encuentro acabó con brutales enfrentamientos con la policía.
- Rostock (2007): Contracumbre promovida por el grupo antiglobalización. El entorno estaba altamente protegido por medidas de seguridad (vallas kilométricas, cámaras de vigilancia, además de un inmenso despliegue policial con los más modernos métodos antidisturbios. El encuentro se convirtió en una batalla campal entre manifestantes y agentes del orden. La policía llegó a cargar contra un concierto solidario saldándose con un gran número de heridos y detenidos. Los días siguientes se organizaron actividades relacionadas con la inmigración, el antimilitarismo y la agricultura.
En resumen, estas han sido las que le han dado nombre y esencia al movimiento. Más reciente son otras, como la de Lisboa contra la OTAN, la de Qatar en 2010 o la de caótica trifulca que acontecida en Barcelona el día de la huelga general promovida por los sindicatos (huelga a la que se unieron grupos antisistemas creando el desconcierto general), que van perdiendo fuerza de impacto en comparación con las primeras quizás por la pérdida del factor “novedad” que tenían aquéllas y/o por la, cada vez, menos repercusión que hacen los medios de masas de éstas.
A modo de conclusión general, sólo decir que ha sido una investigación difícil por la diversidad que ofrece el movimiento, pero muy interesante porque nos sentimos identificados con la causa y consideramos que son necesarios algunos de los cambios que se proponen.
A nivel personal, creemos que quizás uno de los motivos por el que no se consuma el triunfo de estos intentos de revolución sea su propia estructura. Tal vez si se organizaran institucionalmente y buscaran otras alternativas de propagación más directa y “creíbles” su resultado sería otro.
Un primero paso podría ser crear un institución política a nivel global con sus respectivas ramificaciones a nivel estatal, y a partir de ahí, intentar hacerse un hueco en el panorama político, del mismo modo que lo hacen “hipotéticamente” algunas ONG’s (nos referimos a aquellas que no tienen detrás a empresas y a partidos políticos de occidente). De este modo podrían conseguir el apoyo de ciudadanos carismáticos (artistas, periodistas, etc…) y así lograr mayor credibilidad y donaciones para su mantenimiento (como las recibe Wikipedia, por ejemplo).
En definitiva, las ideas de estos movimientos nos resultan apropiadas y necesarias aunque vemos que necesitan dar un giro a su “política”: autodefinirse, establecer objetivos, ideas, etc., en resumen, su institucionalización podría ser la pieza que le falta a su engranaje para alcanzar sus metas.
Esta es sólo nuestra conclusión general, discutible como otra cualquiera. A todos os invitamos a que reflexiones sobre el tema y que aportéis todas vuestras ideas que serán bienvenidas en nuestro blog.